Galde 34, udazkena/2021/otoño. Rakel Aldaz.-
Tejiendo la Despensa es un proyecto de Soberanía Alimentaria en el que la Merindad de Sangüesa hace efectivo el derecho de nuestra ciudadanía a definir sus políticas alimentarias. Así pues, es un modelo de Gobernanza Alimentaria Territorializada.
El proyecto, impulsado por Cederna Garalur, cuenta con el apoyo de la Fundación Daniel y Nina Carasso, a través de su convocatoria “Sistemas Alimentarios Territorializados para una alimentación sostenible 2020”. Además, parte del diagnóstico realizado ha sido financiado por el ayuntamiento de Esparza de Salazar.
La Merindad de Sangüesa es una de las cinco merindades históricas de Navarra, en donde viven cerca de 22.000 habitantes en 55 municipios, distribuidos en las comarcas del Pirineo, el eje prepirenaico entre Aoiz/Agoitz y Lumbier y la comarca de Sangüesa.
Como ocurre en muchas zonas rurales, la Merindad de Sangüesa se enfrenta a la despoblación: en los últimos diez años ha perdido 910 habitantes, y actualmente, la tasa media de envejecimiento es del 26%, y agudizada en los valles de Roncal y Salazar, donde este porcentaje asciende al 35%; y Sangüesa, con una tasa del 26,86%.
¿Por qué Tejiendo la Despensa?
En Mayo de 2020, en medio de la pandemia, nuestra merindad fue consciente de algo evidente, que necesitábamos abastecernos de productos de primera necesidad desde fuera de nuestro territorio, bien por ausencia de los mismo, o peor todavía, por el desconocimiento de la producción local.
Lejos de ver aquello como un problema, algunas personas, con una determinación total en pro de la viabilidad de nuestros pueblos, comprendieron que era una oportunidad de cambio que tomara como eje los aspectos de la Tierra.
El cambio hacia un sistema justo y sostenible en la interacción de las personas con la naturaleza, que permitiera el empoderamiento de vecinos y vecinas y la viabilidad de nuestro medio rural, capaz de crear vida sana y de mantener y atraer población.
Visto nuestro objetivo, y de entre todos los recursos que nos ofrece nuestro territorio, elegimos la alimentación como punto de partida. Una alimentación rica, sana y sostenible, que derivara en una población resiliente, menos dependiente de servicios no locales, producida en nuestro territorio dentro de una economía circular que creara riqueza y fuera responsable con la naturaleza, integrando los residuos en ella.
Primeros paso: los socios y las fuentes de financiación.
Habiendo consensuado esta ambiciosa meta, decidimos materializar nuestro proyecto. Lo primero fue delimitar el territorio en el que queríamos actuar, agrupándonos en torno a la merindad de Sangüesa, un espacio que cohesiona geográficamente a los municipios en torno a los Pirineos Orientales de Navarra. En esta zona además, los municipios comparten problemáticas similares, como se vio en un diagnóstico operativo posterior.
Esta idea se trabajó junto con Cederna Garalur, el grupo de acción local que actúa en nuestra zona, y con cuyas agentes de desarrollo local trabajamos estrechamente en tantos aspectos. Ellos han sido quienes cogieron el testigo de impulsar este proceso. Así se pusieron en marcha las primeras reuniones y elaboramos un pre-diagnóstico con el que poder avanzar.
Sin embargo, necesitábamos de un agente externo que preparara una propuesta con objetivos y acciones concretas, que nos permitiera concursar a posibles ayudas. Por ello, nos pusimos en contacto con Fundación Entretantos para preparar el proyecto.
En paralelo a ello, obtuvimos la primera financiación, a través del proyecto “¿Qué se come aquí?”. Promovido por los Ayuntamientos de Esparza de Salazar/Espartza Zaraitzu y de Burgui/Burgi, recogía un diagnóstico operativo, describiendo la cadena alimentaria y otros agentes relacionados con el sistema alimentario en la zona del Pirineo.
El siguiente paso: el diagnóstico operativo.
Tomando este estudio como guía, la Fundación Entretantos extendió el diagnóstico operativo a la totalidad de la merindad de Sangüesa.
Se comenzó con una recopilación de información documental y de entrevistas a representantes de Entidades Locales y a agentes con distintos roles en la cadena alimentaria en nuestra Merindad. Con este material, se redactó el Diagnóstico Operativo que proporcionó un análisis de nuestra realidad y un plan de acciones a desarrollar.
Este análisis muestra la existencia un número significativo de agentes como entidades locales, empresas y colectivos en los distintos eslabones de la cadena alimentaria en el territorio de la Merindad de Sangüesa, como la producción, transformación, distribución o comercio, que permite comenzar a tejer la red agroalimentaria. Además, agentes comparten rasgos deseables, como su pequeño tamaño, el arraigo en el territorio, y visión similar sobre cómo definir y un Sistema Alimentario Territorializado.
Sin embargo, dichos agentes se encuentran aislados entre sí, tanto en cada nivel de la cadena alimentaria (por ejemplo, los productores con los productores o los comerciantes con los comerciantes) como entre unos niveles y otros (por ejemplo, entre productores y comerciantes, o productores y hosteleros). A su vez, el estudio identifica carencias en cuanto a la presencia de infraestructuras para la elaboración y distribución de alimentos, así como para la incorporación de jóvenes a la actividad agraria. En sus conclusiones, el estudio recomienda priorizar la articulación de estos eslabones, internamente y entre sí.
Las conclusiones del diagnóstico operativo fueron presentadas en el primer trimestre en 2021, en varios talleres, y que sirvieron para identificar nuevas problemáticas, como la despoblación y el envejecimiento creciente, la necesidad de adaptar la formación al emprendimiento social, la desaparición de variedades hortofrutícolas locales, escasa agroindustria, la falta de coordinación entre sectores, así como el deficiente marketing del producto local y la baja demanda de éste desde la hostelería y el comercio.
La innovación: el modelo de gobernanza.
Paralelamente a los mencionados talleres comenzó a gestarse el Grupo Motor, compuesto por un grupo de personas capaces de aportar una visión estratégica al proyecto y comprometidas con su impulso a largo plazo.
Este Grupo Motor tiene como objetivos cohesionarse a través de reuniones, capacitarse, conocer otras experiencias, definir el modelo de gobernanza así como un plan de acción.
Una de las primeras acciones ha sido la de definir el esquema de gobernanza, en el que participan el Grupo Motor, tres grupos de trabajo de producción, comercio y hostelería y comunicación; y una comisión de seguimiento.
A día de hoy seguimos trabajando aportando propuestas para superar los retos expuestos, definiendo acciones para difundir del proyecto, atrayendo nuevos agentes a los grupos de trabajo, canalizando los recursos y desarrollando una identidad compartida en el territorio.
El Potencial de territorialización del Sistema Alimentario en la Merindad de Sangüesa.
Finalmente y como conclusión a este artículo, nos gustaría destacar el potencial de nuestra Merindad para territorializar un Sistema Alimentario comarcal, y que se concreta en las siguientes oportunidades:
-La disponibilidad de recursos e infraestructuras públicas, actualmente infrautilizadas.
-Existencia de huertos locales y bancos de alimentos.
-El conocimiento de otros recursos relevantes, como la plataforma GOZA, o mapas de iniciativas de venta directa, como “Sardetik sardeska”.
-La oportunidad de las compras públicas de productos locales, para comedores escolares y entidades públicas de nuestro territorio, en consonancia con la filosofía de la contratación pública ecológica, promovida desde la Comisión Europea.
-La adaptación de las ordenanzas municipales sobre comunales, para la instalación de jóvenes o la reserva de hectáreas en ecológico.
-El potencial del comercio local, de la hostelería y el turismo para la promoción y venta del producto local.