IV Encuentro de Otras voces feministas
Los días 7 y 8 de Junio la corriente “Otras voces feministas” celebró su IV Encuentro en Alcalá de Henares con el lema Contra la democracia del saldo y la igualdad en liquidación. En él han participado más de cien mujeres y, por primera vez, algunos hombres que trabajan a favor de la igualdad.
El programa del encuentro constaba de tres conferencias. La primera de ellas, con el titulo Planteamientos feministas para desobedecer la deuda, corrió a cargo de Amaia Pérez Orozko y Haizea Miguela Albaranz, del grupo de trabajo “Deuda y feminismos” integrado en el colectivo Feminismos Sol. La segunda conferencia, a cargo de Cristina Garaizabal, versó sobre Estrategias feministas, transgresión y convencimiento y el último punto de encuentro común para el debate se centró en Resistencia subcultural y disidencia de género, de la mano de María José Belbel. Los diferentes grupos de discusión analizaron las políticas del gobierno sobre derechos reproductivos y aborto, educación y Ley Wert, diversidad sexual y de género, y recortes en el Estado de bienestar y derechos laborales.
En esta crónica serecogen algunas de las ideas y debates que se generaron en el Encuentro. No es tanto un resumen de las ponencias y comunicaciones, cuanto unas notas informales tomadas de las presentaciones y los resúmenes de los grupos de trabajo, que intentan reflejar algunas de las líneas de reflexión y propuestas de acción que se plantearon en el Encuentro. Quedan fuera de este resumen los debates, todos ellos interesantes, que se dieron tanto en las ponencias como en los grupos. Agradezco a las ponentes Cristina Garaizabal, Amaia Pérez Orozko, Haizea Miguela y María José Belbel que me hayan facilitado el texto de sus presentaciones, así como a Paloma Uría el resumen de los grupos de trabajo.
Feminismo, desobediencia y deuda
Amaia y Haizea en su conferencia tomaban como punto de partida el reto de construir herramientas para desobedecer la Deuda pública del Estado español y cómo gestionar la economía en nuestra cotidianidad. En su planteamiento el análisis de la crisis no puede convertirse en algo tan complejo que en su solución relegue a la ciudadanía a una posición subalterna y sin posibilidad de participación.
Los hogares afrontan el contexto de la crisis con nuevas estrategias entre las que podemos mencionar, al menos, tres. En primer lugar, la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos (“economía del rebusque”), intentando encontrar empleo en sectores que se habían abandonado.
En segundo lugar “economía gratis”, donde se produce una traslación de costes y responsabilidades hacia el trabajo no remunerado. Bienes que el sector público deja de proporcionar y se cubren desde el trabajo no pagado.
En tercer lugar, lo que se ha denominado una “economía de retales”, en la que los diferentes miembros de los hogares ponen en común todos los recursos disponibles, tiempo, bienes, etc. La red que se hace cargo de esa interdependencia sigue estando asociada a los modelos tradicionales de familia.
Esta vida que merece la pena ser vivida tiene que respetar siempre dos principios éticos. El primero es la universalidad, ya que no se trata lo que yo individualmente entiendo sino que es algo colectivo. El segundo principio es la singularidad, ya que la vida es una experiencia individual y también hay que respetar las diferencias de cada quien, teniendo claro las dimensiones materiales, pero también las emocionales y afectivas.
Por otro lado se subraya la idea de la desobediencia ante la deuda, una practica de desobedecía desde la participación y movilización de lo social. Se subraya la importancia de la critica al hetero-patriarcado como generador de un sistema injusto. Es necesario identificar las responsabilidades de quienes han generado esta situación y que paguen por sus acciones, cuestionando también los comportamientos individuales y colectivos que apuntalan en lo cotidiano un discurso basado en el consumo, que identifica felicidad y plenitud con la capacidad de de consumir. La desobediencia a la deuda pasa por cuestionar el concepto de organización del trabajo y el valor que le otorgamos en nuestra sociedad.
Transgredir y convencer
En su conferencia “Transgresión y convencimiento” Cristina Garaizabal analizó estas dos formas de actividad político-social, que responden a determinadas visiones y marcos teóricos que hoy se dan en el movimiento feminista y LGTB y que frecuentemente aparecen como contrapuestos.
Merece la pena hacer la distinción porque son dos discursos que suelen prevalecer a la hora de escoger determinadas formas de expresarse y luchar.
Sobre la normalización. El objetivo es “conseguir la normalización del hecho homosexual” y se considera que gays, lesbis y trans son grupos concretos, que están discriminados.
Lo que se pretende es acabar con estas discriminaciones y que el hecho de tener una orientación sexual concreta no sea causa de desventajas o discriminaciones sociales, sino que sea algo irrelevante. Se pretende una sociedad donde se respete estas diferencias y se pone el acento en la igualdad y en la necesidad de ser considerados “normales”.
Sobre la perspectiva transformadora. Su finalidad no es la aceptación social sino el cambio social radical. Dentro de esta perspectiva existen dos tendencias: la que persigue la integración, pero en un contexto social diferente, y la que rechaza la aceptación y hace bandera y objetivo de vivir en los márgenes.
Un primer elemento fundamental: la trasgresión tiene que tener en cuenta el contexto y no puede ser valorada fuera de él. La misma acción realizada aquí o en Túnez, como el desnudo de Amina Tyler,tiene una significación distinta.
No hay que contraponer las diferentes formas de acción social y lucha política. Siendo todas necesarias, el reto es cómo combinar trasgredir con el convencimiento, con la labor explicativa y paciente hacia las mayorías para que se desprendan de sus prejuicios, entiendan la legitimidad de la diversidad y la respeten y puedan así ir cambiando las mentalidades colectivas.
Algunos criterios de actuación, discutibles e incompletos, pueden ser el valorar qué se quiere denunciar o reivindicar, y a qué público nos dirigimos y queremos que nos entienda. Explicar de diversas maneras el sentido de la acción si éste no queda claro. Buscar alianzas en los sectores sociales más cercanos a nuestras posiciones y mantener la preocupación por conectar con otros sectores y otras problemáticas.
Resistir y disentir, cultura y género
Como introducción al debate planteado por María José Belbel, “Resistencia subcultural y disidencia de género”, se proyectó la película “NOT FOR SALE (NO ESTÁ EN VENTA). EL MOVIMIENTO DE ARTE FEMINISTA DE LOS AÑOS SETENTA EN ESTADOS UNIDOS (1998), dirigida por Laura Cottingham, profesora, cineasta, comisaria de exposiciones y crítica de arte feminista lesbiana estadounidense.
NOT FOR SALE es un archivo visual con raíces en la revueltas universitarias y callejeras de los años 60 y 70, donde aparecen entre otros acontecimientos la parodia del concurso de Miss America en Atlantic City (1968), la quema de sujetadores y “Tirarlo al Cubo de Basura de la Libertad”, una acción que tuvo un gran impacto mediático a nivel nacional e internacional.
La película pretendía que las artistas de los años 90 conocieran el trabajo de esas artistas anteriores, trabajos que fueron pioneros por utilizar el video y la performance (arte no objetual) en practicas basadas en el activismo feminista. Estos trabajo intentaban representar la diversidad dentro de las mujeres: mujeres lesbianas, afroamericanas, etc.1
Este es un relato de parte de lo que se dijo y debatió en el IV Encuentro de “Otras voces feministas”. En resumen, un encuentro interesante y que deja abiertos debates diversos, pero que también invita a la acción y a la movilización a favor de la igualdad de mujeres y hombres.
Josetxu Riviere
1 Se puede pedir a Arteleku una copia de la película subtitulada, el Centro de Arte de la Diputación de Gipuzkoa, San Sebastián/Donostia, especificando que es para alguna asociación feminista o para docencia.
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Talleres y debates.
Recojo de forma telegráfica algunas de las ideas y líneas de trabajo que se plantearon en los grupos de debate. Josetxu Riviere.
Educación y ley Wert. El rechazo a esta reforma es claro y firme porque supone un obstáculo para los objetivos feministas en pro de la igualdad.
En ese sentido es necesario mantener una actitud de “resistencia activa” contra la ley, implicando a todos los sectores educativos para que, teniendo como objetivo la coeducación, la igualdad de sexos y el reconocimiento de la diversidad de género y orientación sexual, refuercen su trabajo en la practica educativa. Reforzar el papel del profesorado se considera de vital importancia, así como crear redes de renovación pedagógica y fomentar la movilización de la comunidad educativa y de toda la ciudadanía para frenar esta proyecto de ley.
Recortes en el Estado de bienestar. Reforma laboral. El grupo de discusión planteaba el rechazo de las políticas de austeridad de recortes en los servicios públicos y de la reforma laboral, que ha precarizado el mercado laboral, en especial para las mujeres trabajadoras.
Los recortes en dependencia, sanidad, educación afectan en especial a las mujeres, pues en la medida que los servicios públicos no asumen necesidades del cuidado de la población estos son asumidos fundamentalmente por las mujeres.
El objetivo, sin embargo, no es solo eliminar los recortes sino construir un nuevo modelo social basado en una economía que no tenga como centro el capital y los beneficios sino la sostenibilidad de la vida. Crear redes de activismo y solidaridad es importante para resistir, combatir e incluso cambiar situaciones, no pensadas desde la caridad ni la beneficencia, sino desde acciones positivas entre la ciudadanía que sigue asignando al Estado la responsabilidad de redistribuir la riqueza y los recursos.
Derechos sexuales y reproductivos y aborto. Se trata de una de las reivindicaciones centrales de “Otras voces feministas”, directamente contra las pretensiones del PP de volver a una despenalización parcial del derecho al aborto. Se aboga por una protección gradual de la vida en gestación, estableciendo como criterio el mismo que utiliza la OMS, la viabilidad fetal de 24 semanas, momento en el que el feto puede ser viable. Hasta ese momento la decisión de las mujeres sería absoluta. A partir de ese plazo y hasta el nacimiento aumentaría la protección otorgada a la vida en gestación interviniendo “terceros” (Comités técnicos) en esa decisión y estableciendo supuestos, como el de riesgo para la salud física y psíquica de la madre y malformaciones fetales graves o incompatibles con la vida.
En definitiva, se exige la despenalización del aborto y una regularización que tenga como eje el derecho de las mujeres a decidir libremente cuándo ser madres si así lo desean, incluida la defensa de la edad de consentimiento en 16 años.
Diversidad sexual y de género. A pesar de que el Gobierno mantiene en vigor la llamada ley de matrimonio homosexual no parece que otros derechos, por ejemplo las adopciones de parejas del mismo sexo o la filiación de hijos e hijas nacidos fuera de España por maternidad subrogada, se consoliden o avancen.
La transexualidad sigue siendo tratada como una patología y los recortes en hacen que hayan aumentado la lista de espera para intervenciones de cambio de sexo.
Respecto a la prostitución, no estando de acuerdo con la política abolicionista del gobierno anterior del PSOE, se analizaron algunas posiciones liberales de sectores del PP, que podrían establecer una regularización que no respetara los derechos de las trabajadoras sexuales y que supusiera más control y mas penalización de las mismas. Sigue presente la reivindicación de los derechos de las trabajadores del sexo y la derogación de las Normativas Municipales que las persiguen y acosan.
J.R.