El deber de los políticos en sociedades de diversas culturas debería incluir actitudes a favor de la convivencia.
(Galde 08, otoño 2014). Peio Aierbe entrevista a Tarana Karim. Estamos con Tarana, que lleva viviendo en Euskadi 12 años, habla euskera, es voluntaria de SOS Racismo desde hace 2 años.
En las últimas fechas, ha saltado a los medios una cuestión que, como el Guadiana, suele aflorar de tiempo en tiempo. Me refiero al uso del burka. En esta ocasión, la noticia viene de la mano de la actitud del conductor de un autobús público en Vitoria-Gasteiz, al negar el acceso a una persona que iba así ataviada.
Galde. Así, a bocajarro ¿cuál es tu opinión sobre el uso del burka?
Tarana. El burka se usa por las musulmanas que practican el Islam de modo muy radical o de modo obligatorio como pasa con las mujeres afganas, iraníes o iraquíes. Yo diría que el segundo grupo son la mayoría. El Corán no nos obliga a las musulmanas a perder la personalidad, y creo que es lo que pasa cuando una persona se tapa por completo. Una no es más creyente por cubrirse de este modo.
Galde. ¿Qué criterios crees que deberían seguirse para abordar los conflictos que sobre el uso del mismo puedan surgir en el espacio público?
Tarana. Creo que la sociedad occidental no está afrontando como es debido los cambios que se están produciendo en ella. Las normativas que antes eran solo para una sociedad occidental católica, deberían ser adaptadas a una realidad, que incluye desde hace décadas a los representantes de otras religiones y culturas. Y creo que es por donde hay que empezar los cambios. Luego, también hay un trabajo muy importante de informar y sensibilizar a la población autóctona en estos temas. De este modo evitaríamos bastantes enfrentamientos, aunque no digo que solucionaríamos todo. Siempre habrá quien no esté de acuerdo.
Galde. Distintos hechos relacionados de alguna manera con la fe musulmana se han presentado como fuente de conflicto. El pasado verano, una mujer que se bañó vestida en las piscinas públicas de Gasteiz. Ahora otra a la que se impide acceder al transporte público por llevar burka, también en Gasteiz. ¿Crees que las declaraciones que viene haciendo desde hace ya muchos meses el alcalde de la ciudad ,Javier Maroto, pueden estar alentando la islamofobia e incluso actitudes racistas hacia algunos colectivos concretos de inmigrantes?
Tarana. La falta de información y sensibilización, que mencione anteriormente, sintiéndolo mucho, es aprovechada por unos para sus fines políticos. Estoy segura que este tipo de situaciones han surgido repetidamente en otras piscinas, y con gente de aquí, pero ninguna salió en los medios o provocó tanto revuelo. Ésta salió porque les interesaba a algunos. Sí, estoy de acuerdo en que hay que respetar las normas de la piscina por bien de todos y supongo que solo con comunicárselo a esta hermana musulmana hubiera sido suficiente, sin llegar a la situación que se ha llegado. Y el deber de los políticos en una sociedad de diversas culturas debería incluir actitudes a favor de la convivencia y no en sentido contrario.
Galde. Existe un gran desconocimiento sobre el Islam entre la opinión pública. Por ejemplo, se confunde el burka con una indumentaria islámica, cuando no lo es. También hay unas miradas prejuiciadas entre la población sobre el uso de prendas con connotaciones religiosas como puede ser el pañuelo o hijab. Llevas tiempo viviendo en Euskadi y conoces por tanto esas miradas y las reacciones que suscita ¿te sorprende?
Tarana. Cada cual es libre de practicar la religión que quiera y del modo que quiera, siempre y cuando sepa convivir y no perjudicar con su práctica a nadie de la sociedad en la que está. Y dentro de esas prácticas, para algunas y algunos entra la forma de vestir, que algunas veces puede ir más allá de que lo que exige la propia religión, como es el caso del burka integral. Pero para saber sobre un tema hay que informarse y para juzgarlo hay que informarse aun más. Creo que a muchos de los que juzgan, les falta esta información profunda, se guían por la información superficial y manipulada por los medios y políticos.
Galde. En tu caso, el uso de esta prenda es algo relativamente reciente ¿podemos hablar de las motivaciones que te han llevado a adoptarlo como seña de identidad, a la vista de las reacciones que suscita y que acabamos de comentar?
Tarana. Sí, es verdad que hace unos pocos años empecé a usar el hijab. Era un proceso interno y de algún modo relacionado con mi identidad, quería identificarme con la comunidad religiosa a la que pertenezco, aunque considero la religión algo muy íntimo y muy interior. Y ahora veo que me toca defender de cara a los autóctonos el porqué decidí llevarlo y muchos otros temas de mi religión. Por otra parte me alegro de poder romper los estereotipos sobre la mujer musulmana, que muchas veces es considerada una analfabeta o víctima del dominio machista, y con esto no digo que no haya ninguna en esta situación, pero no son la mayoría.
Galde. ¿Has notado un trato particular hacia tu persona por el hecho de llevar el pañuelo? ¿Ha habido quien haya modificado su relación a partir de ese momento, en positivo y/o negativo? ¿Quiénes y cómo?
Tarana. El hecho de llevar el pañuelo no cambió casi nada en mi vida diaria o en mis relaciones. Todavía tengo algunas amistades que me siguen diciendo que me lo quite, que les rompo los esquemas sobre una mujer musulmana, que estaba más guapa sin él… Ja, ja, ja. Pero nada serio e importante. Me quieren y respetan igual, gracias a Allah.
Galde. ¿Qué opinas de quienes presentan a las mujeres que visten velo como mujeres oprimidas por una religión machista y patriarcal a las que hay que salvar de su propia opresión?
Tarana. No por llevar el velo una mujer está más oprimida por el dominio machista, solo por vivir en una sociedad machista y opresora de derechos humanos. Las mujeres occidentales no llevan el velo y están más oprimidas y discriminadas por ser mujer que muchas que llevamos velo. No digo que no hay que ayudar a las mujeres en el camino de salir de este pozo llamado “machismo” pero hay que apoyar a todas por igual sin diferenciar entre las que llevan o no llevan el velo. Una es discriminada solo por ser MUJER.
Galde. Se diría que es muy difícil ser feminista y musulmana al mismo tiempo. ¿Qué opinas?’
Tarana. ¿Difícil? No. Una tiene que tener claro lo que defiende. Porque muchos, y lamentablemente muchas todavía, creen que ser feminista es odiar e ir contra el hombre. No es lo que defiendo yo. Yo defiendo y quiero los mismos derechos para la mujer y el hombre en todos los ámbitos: social, político, privado, laboral, etc. Lo que pasa es que los derechos de hombres están apoyados y bien instalados en una sociedad patriarcal, mientras que por los de mujeres hay que luchar.
Hay aspectos culturales que han quitado todavía más derechos a la mujer en sociedades musulmanas y que muchos creen que son obligaciones islámicas, por ejemplo el burca, o que una mujer es obligada a casarse contra su voluntad, o no puede estudiar, etc. Y ser musulmana feminista supone ir desmintiendo también estos temas. Pero todavía hay mucho por aprender y cambiar en este camino. Inshallah con la ayuda de Allah consigamos cambiar algo en este tema.