Galde 49. Uda 2025 Verano. Virginia López de Maturana (UPV/EHU).-
El pasado 14 de febrero de 2025 la profesora Isabel Mellén (UNIZAR y UNED) y yo presentamos Memoria histórica con perspectiva de género. Una guía práctica para incluir a las mujeres en el relato histórico.[1]Un proyecto que, auspiciado por Emakunde, pretende señalar los principales sesgos de género y estereotipos de la narración histórica actual, así como desvelar los mecanismos por los que se ha venido expulsando reiteradamente a las mujeres del canon histórico.
Y es que la sociedad vasca cada vez es más consciente de los mecanismos por los cuales se ha relegado a las mujeres a posiciones secundarias o por los que se han ocultado sus aportaciones. Sin embargo, pese a los esfuerzos que se realizan por la igualdad entre hombres y mujeres, en un terreno como la historia, entendida como un relato sobre nuestro pasado común que nos constituye en el presente, su presencia es todavía escasa. Hasta hace poco tiempo, en el relato histórico las mujeres no han sido consideradas sujetos y motores de pleno derecho y, a la falta de estudios rigurosos sobre el legado femenino que todavía aquejan a las disciplinas que se dedican a estudiar y divulgar el pasado, hay que sumarle las ocultaciones deliberadas de las aportaciones de las mujeres al acervo común.
Para ayudar a construir una memoria histórica que represente a todos los miembros de la sociedad, y especialmente a las mujeres, es necesario tomar conciencia de las carencias y los sesgos que presenta el relato histórico hegemónico. Pero, además, es preciso señalar también una serie de pautas de carácter científico que nos ayuden a recuperar las experiencias de las mujeres del pasado y a integrarlas de forma rigurosa y equilibrada. Todo ello con el objetivo de tener una buena base de conocimiento que nos sirva para divulgar la memoria histórica de las mujeres, reivindicarla en nuestro presente y construir una genealogía femenina que ayude al desarrollo y la emancipación de las mujeres del futuro.
Así, la guía que elaboramos pretende ofrecer una serie de pautas y reflexiones críticas encaminadas a dejar en evidencia las ocultaciones y los sesgos en la construcción del relato actual sobre el pasado. Pero, también, busca ofrecer algunas claves para desarrollar una memoria histórica que se traduzca en acciones simbólicas, espacios de memoria y replanteamiento de los discursos divulgativos sobre nuestro pasado que seguimos transmitiendo desde diferentes ámbitos sin ser conscientes de los sesgos de género implícitos. El relato histórico tiene un amplio poder transformador, en tanto que contribuye a forjar identidades y símbolos comunitarios. El objetivo es que ese relato deje de ser excluyente y contribuya a conformar una memoria de todos y de todas.
¿A quién va dirigida esta guía?
Los principales agentes a los que va dirigida esta guía son:
- Instituciones que quieran desarrollar proyectos que tengan que ver con la historia y el relato del pasado (en sentido amplio), y que deban tener en cuenta ciertos aspectos en relación con el género para tener un carácter igualitario.
- Personas que realicen publicaciones de cualquier tipo (libros, cómics, folletos turísticos o informativos, entradas de blog…) o formatos audiovisuales (documentales, reportajes…) que tengan carácter o inspiración histórica.
- Guías de turismo, informadores e informadoras culturales, personal de museos y profesionales del sector cultural en general que se encarguen de divulgar el pasado en cualquier formato.
- Profesionales del ámbito docente que quieran introducirse en la metodología histórica de la perspectiva de género.
Objetivos
Los objetivos que buscamos satisfacer con esta guía son los siguientes:
- Concienciación de que el relato histórico hegemónico no es incluyente ni representa a la mayoría de la población.
- Señalamiento de los principales sesgos de género y estereotipos que salpican la narración histórica actual.
- Desvelamiento de los mecanismos por los cuales se expulsa reiteradamente a las mujeres del canon histórico o se tergiversa su contribución a las acciones colectivas.
- Presentación de la metodología de la perspectiva de género como una herramienta de carácter científico que permite señalar los sesgos del relato y suplir sus carencias.
- Ofrecimiento de algunas pautas o claves de carácter práctico que sirvan para redescubrir a las mujeres del pasado como sujetos históricos.
- Integración de las mujeres del pasado en el relato histórico común con una base científica y rigurosa.
- Compromiso social para la divulgación y comunicación de la memoria histórica de las mujeres de forma incluyente y no estereotipada.
- Creación de lugares de memoria, de acciones simbólicas o de identidad colectiva de las mujeres a partir de su pasado común.
- Protección y valoración del legado histórico, histórico-artístico y patrimonial (tanto material como inmaterial) femenino.
Decálogo
Tras realizar un recorrido por las principales cuestiones que afectan a la historia de las mujeres y, después de analizar los mecanismos de ocultación que existen en el relato hegemónico androcéntrico, la guía recopila algunas de sus principales ideas en un decálogo que puede ayudar a las personas usuarias a aplicar la perspectiva de género.
1) La historia es un relato que tiene un carácter androcéntrico en el que el hombre es el único protagonista.
2) Para sostener la idea de que sólo los hombres han participado en el curso de los acontecimientos es necesario tergiversar la información histórica y ocultar la presencia de las mujeres.
3) Uno de los recursos básicos de ocultación es la utilización de estereotipos de género actuales que se aplican hacia el pasado, haciéndonos creer que la situación de las mujeres no ha variado a lo largo de la historia y que siempre han cumplido roles que tienen que ver con los cuidados.
4) Un análisis histórico desde el punto de vista de las relaciones de género muestra que el patriarcado no es una estructura monolítica, sino que está sujeto a constante negociación y que, por lo tanto, las funciones y posibilidades de las mujeres de cada época varían con respecto al presente.
5) A la categoría de género debemos sumarle otro tipo de categorías sociales que determinan las capacidades y vivencias de los diversos colectivos de mujeres dentro de una sociedad: raza, religión, clase social, posición dentro de una familia, orientación sexual… Todo ello da lugar a la interseccionalidad.
6) Para elaborar un discurso riguroso y científicamente correcto sobre la historia de las mujeres hay que recurrir a las fuentes originales en la medida de lo posible, revisándolas de nuevo para evitar las ocultaciones posteriores de la historiografía.
7) También hay que analizar las imágenes que nos han llegado sobre el pasado de una manera contextual, preguntándonos por sus condiciones de creación o por las mujeres que aparecen en ellas sin recurrir a estereotipos de género o miradas actuales.
8) Debemos dar importancia a todos los restos materiales que se encuentren sobre el pasado, sin menospreciar los asociados tradicionalmente a las acciones femeninas y sin imponerles nuestros prejuicios en base al género.
9) A la hora de transmitir nuestro relato histórico es importante no contribuir a la ocultación femenina mediante un uso excluyente del lenguaje o a través de imágenes que no obedecen a la realidad social del pasado.
10) Un relato histórico incluyente, riguroso, científico, sin mitos ni estereotipos es un relato que respeta la genealogía femenina, que ofrece referentes reales para las mujeres del futuro y que explica las opresiones y desigualdades del presente.
Notas.-