
El Invencible verano de Liliana, Premio Pulitzer 2024, en la categoría de Memoria o Autobiografía.
Siete relatos componen Terrestre, la última obra de la escritora, traductora y crítica mexicana Cristina Rivera Garza. Autora de varios libros de poesía, ensayo y ficción, ha sido galardonada con numerosos premios. Concretamente el pasado año recibió el Premio Pulitzer en la categoría de “Memoria / autobiografía”, por el Invencible verano de Liliana, donde aborda el asesinato de su hermana a manos de su expareja. Previamente había recibido el Premio Shirley Jackson, el Iberoamericano de Letras José Donoso o el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros muchos.
Este es un libro especial, con unas características curiosas y notables. Para empezar, coincido con lo que dice de ella la escritora chilena Lina Meruane: “es una escritora explosiva. Una diestra creadora de atmósferas”. Esa es, sin duda, una de sus principales características, pero hay más.
La otra se refiere al lenguaje que utiliza la autora para contar las historias, tan personal como atractivo y sugerente. Una buena muestra de ello es el relato titulado Los leones no están acá, donde hace un ejercicio de estilo arriesgado. Todas las frases son negativas. Todas comienzan con un “no”: “No se conocieron en una fiesta. No se tomaban cerveza en grandes vasos de plástico… No cerraron los ojos. No los volvieron a abrir… No empezaron a bailar el uno frente al otro”. Curioso experimento, que, aparte de novedoso, me ha parecido muy interesante.
Y qué decir de los personajes. Los personajes de estos relatos, mujeres en su mayoría, son seres que viajan por terrenos ignotos y viven vidas que, en principio, les estaban vedadas. Viajan a pie, en tren o en autobús, la cuestión es no pararse.
Según todos los organismos internaciones que analizan las distintas formas de discriminación que sufren las mujeres, México es uno de los países del mundo con mayor violencia de género, fuera de zonas de guerra. Pero aquí, afortunadamente, aunque se intuyen los riesgos y los peligros acechan, la sororidad le gana la batalla a la violencia.
Al finalizar la lectura de estos relatos, he tenido la sensación de que las protagonistas, aunque apegadas a la realidad, tienen algo de etéreas, de intangibles, como si pudieran echar a volar en cualquier momento.