Galde 29 verano/2020/uda.-
¿Qué ha fallado en nuestro sistema para que la catástrofe nos haya pillado desprevenidos por completo, pese a las advertencias de los científicos? pregunta Zizek en la introducción de su último libro “Pandemia”. Esta crisis nos ha mostrado que la globalización no tenía instrumentos de protección acordes a las amenazas a las que nos expone, apunta Innerarity en “Pandemocracia”, su último trabajo.
Las preguntas y reflexiones de Zizek e Innerarity marcan de alguna forma los contornos de la conversación abierta desde hace unos meses, y cuyos derroteros no sabemos por donde transcurrirán en los próximos tiempos. Sabemos que nada será igual, aunque no sabemos cómo será. Algunos ven en la crisis del coronavirus una oportunidad para realizar cambios en nuestra forma de organización social y económica que nos permitan afrontar en mejores condiciones las amenazas crecientes de una globalización descontrolada. Otros, por el contrario, apuntan a un horizonte sombrío en el que la crisis servirá de excusa para profundizar algunos de los rasgos más perversos del actual modelo, restringiendo aún más la capacidad de las personas para decidir sobre sus vidas.
Sea como fuere, asistimos en los últimos meses a una auténtica eclosión del pensamiento social, y a una efervescencia desconocida desde hace tiempo en lo referente al debate intelectual, al menos en algunos ámbitos. Desgraciadamente, el debate político no ha seguido esa estela y, al revés de lo que cabía esperar, se ha empobrecido de manera alarmante en casi todos los países. Todo ello en un contexto cada vez más condicionado por unos poderes mediáticos que, mientras se adornan de pronto con filósofos en sus primeras páginas, como si fueran un cuadro de Picasso, contribuyen luego machaconamente a la simplificación de los mensajes o a reclamar la urgencia de volver a la “normalidad”.
No sabemos si las ventanas que se han abierto a la discusión se cerrarán más o menos bruscamente, o si habrá energías y fuerzas para continuar abriéndolas y transformar paulatinamente la reflexión en propuestas emancipatorias. Pero, en cualquier caso, pensamos que es bueno intentarlo. Es preciso aprovechar el momento para seguir haciendo preguntas y aportando posibles respuestas, desde el reconocimiento de que no se trata de buscar certezas, de que no es cuestión de marcar destinos completamente definidos, sino caminos transitables hacia unas sociedades más equitativas y sostenibles.
Por todo ello, desde Galde hemos querido contribuir a esta conversación pública, mediante la edición de este número especial dedicado de manera monográfica a la crisis que estamos padeciendo, y tratando de abordar la misma desde distintas perspectivas: desde su significado profundo en el ámbito de la economía, hasta su impacto en el futuro de las relaciones entre las personas; desde lo que cabe esperar de la ciencia, hasta los problemas planteados en el ámbito de las libertades; desde el fracaso estrepitoso del sistema de cuidados, a los retos que surgen en el mundo del trabajo; desde el papel que deben desempeñar en nuestra sociedad los sistemas de salud, a las reflexiones surgidas sobre las medidas de confinamiento y su impacto en algunos sectores específicos como las mujeres….
Para ello, hemos llamado a la puerta de personas capaces de arrojar luz sobre algunas de las preguntas planteadas. Y el resultado es este número 29 de Galde, centrado en plantear preguntas y apuntar posibles respuestas sobre los temas que nos ocupan y preocupan en estos momentos. Conscientes de la gran profusión de publicaciones diversas que en las últimas semanas se han planteado los mismos objetivos, esperamos que, desde la humildad de nuestros medios y recursos, el esfuerzo haya merecido la pena a los ojos de nuestros lectores y lectoras.