(Galde 03, verano/2013).
Paisaje para frac
Una extraña solemnidad precede al ladrón en el Salón del Rey, un alambicado lenguaje que hipnotiza, una teatralidad bien ensayada en su discurso que diluye toda posibilidad de defensa. Finalmente, cuando el camino del ladrón hacia sus víctimas está por fin disipado de obstáculos, viene la esperada metamorfosis, el instante álgido del simulacro: la transformación del ladrón en garante de la seguridad de sus futuros súbditos: su juramento como primer ministro, su fidelidad a la Constitución, posada su mano derecha sobre la Sagrada Biblia.
(Microrrelato inédito de Retrato de familia con fantasma, de próxima publicación)
De los pájaros
Duda el pájaro y dudando más asciende.
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Humilde reflexión de vuelo: la sombra del pájaro dibujada en la tierra.
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Contrapunto en esta tarde gris,un petirrojo sobre el alero.
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En la noche,el canto de un pequeño pájaro sobre el limonero,
ilumina nuestro silencio y al fin nos vemos.
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No hay mayor riqueza que las alas.
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Veloz vuela una golondrina sobre los párpados de mi fatiga,
fecundando mi sueño de levedad y olvido.
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Existe el pájaro ermitaño que habita los desiertos y los ayunos,
velando las diminutas tumbas de las petunias, que el viento
deshace y este pájaro dibuja cada día.
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Toda la luz que necesitamos esta noche,
anida en el corazón del más diminuto de los pájaros.
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Siglo XXI
Luz que deslumbra para perderse luego en los establos.
Lo que hizo posible Auschwitz aquí regresa.
¿Qué hay en el lugar que ocupaba el lenguaje?
Carne visitada por el desastre del silencio.
Parece de piedra el mundo,
el día fue maltratado y robado en los dos ojos,
nuestras señas de identidad se erigen altivas sobre los estercoleros.
El tamaño de la fiera es tal que parece no existir,
¿Qué hubo antes de ella?
¿Existió un antes?
Su hedor mezclado con el perfume de nuestras avenidas
nos borra ante los espejos.
Ácidos, insepultos,
estrenamos el siglo XXI.
La escena es primitiva.