Galde 46, Udazkena 2024 Otoño. Isabel Bermejo, Pablo Manzano.-
En medio de la crisis de cambio global, contabilizar los impactos ambientales resulta a veces un galimatías sumamente complejo, y susceptible de interpretaciones engañosas. La trampa que ha suscitado la creencia de que el ganado es uno de los grandes culpables dela pérdida de biodiversidad, muy extendida en los últimos años, es meter en el mismo saco una ganadería extensiva que cierra ciclos y aprovecha recursos locales marginales, y una producción ganadera industrializada basada en una economía linear de puro desperdicio, que depende de energías fósiles y cultivos alimentarios procedentes de la otra punta del planeta.Por si esto fuera poco, desde 2006 diversos informes muy difundidos por los medios de comunicación afirman que el mayor causante de las emisiones de efecto invernadero (GEI) es precisamente la ganadería extensiva, que consume forrajes de peor “calidad” cuya digestión genera grandes cantidades de metano.
Nada más lejos de la realidad. Este cómputo falaz de las emisiones ignora que desde hace millones de años los grandes herbívoros se alimentan de pastos y otros recursos marginales, sin generar por ello un incremento de las concentraciones de GEI presentes en la atmósfera.En realidad, gran parte de las emisiones asociadas a la ganadería extensiva forman parte de los ciclos de materia y energía de los ecosistemas naturales, y se producirían igualmente sin actividad ganadera (Manzano y cols, 2024).
Es preciso tener en cuenta, además, que las praderas, dehesas, sabanas y otros ambientes herbáceos más o menos salpicados de arbolado constituyen un sumidero de carbono de enorme importancia. La hierba puede almacenar en los suelos y en sus raíces grandes cantidades de carbono, como se ha podido documentar en las dehesas extremeñas. Una ganadería extensiva bien gestionada no solo aumenta la producción pascícola sino que mejora los suelos, contribuyendo de forma importante a la captura del carbono atmosférico y a la tan necesaria mitigación del cambio climático. Los sistemas pastados bien conservados, cuyo suelo esté cerca de su nivel de saturación de carbono, son importantísimos almacenes de carbono que es necesario cuidar tanto como la selva tropical.
Por otra parte, la prevención de unos incendios más frecuentes y catastróficos a medida que se calienta el planeta es otro de los beneficios climáticos de la ganadería extensiva.Un pastoreo bien planificado puede generar paisajes en mosaico, donde se combinan rodales de pasto, matorral y bosque, y evitar la acumulación de biomasa en los ecosistemas, contribuyendo de forma eficaz a evitar los incendios y mitigar las emisiones. Tanto es así que estos mosaicos pueden ser más efectivos que los bosques cerrados a la hora de almacenar carbono de forma segura, precisamente por su poca propensión a alimentar grandes incendios (Manzano-Baena y Salguero-Herrera, 2018).
En la accidentada geografía ibérica los sistemas ganaderos extensivos han contribuido de forma significativa a la formación de unos ecosistemas de excepcional valor natural, como las praderías de montaña y las dehesas mediterráneas, y unas culturas pastoriles igualmente valiosas. Por otra parte, la extensa red de vías pecuarias que recorren el territorio peninsular, conectando ecosistemas y facilitando la movilidad y dispersión de las especies, constituye un corredor ecológico de crucial importancia para la conservación de la biodiversidad y para la movilidad ganadera tan necesaria para la adaptación climática. La ganadería extensiva y los sistemas trashumantes y trastermitantes ibéricos son fundamentales para mantener estos hábitats singulares y los servicios ecosistémicos esenciales asociados a ellos, como la conservación de la fertilidad de los suelos, de las reservas hídricas y de las especies polinizadoras. Además, la trashumancia tiene la potencialidad de producir alimentos con un efecto climático prácticamente neutro, dada su alta productividad en comparación con producciones sedentarias, su imitación de los herbívoros silvestres, y la conservación de ecosistemas naturales que dicha imitación facilita (Manzano y cols. 2019).
En esa línea, y a diferencia de una ganadería industrializada contaminante y que compite por los alimentos con las personas, la ganadería extensiva aprovecha fundamentalmente pastizales que ocupan grandes superficies (hasta el 70% de las tierras agrarias del mundo) no aptas para el cultivo, y recursos marginales no utilizables para consumo humano.En gran parte de nuestro territorio los sistemas pastoriles extensivos han utilizado tradicionalmente pastos (herbáceos, leñosos y arbolados), barbechos, rastrojeras y residuos agrícolas, cerrando ciclos y transformando producciones marginales en productos alimentarios de gran calidad. En un escenario de cambio climático inevitable, con una previsible reducción de las cosechas, la producción alimentaria de los sistemas ganaderos extensivos cobra una extraordinaria importancia en todo el mundo para alimentar a una población humana en crecimiento (Manzano y del Prado, 2022).
Muchos de los sistemas extensivos ibéricos tienen una gran capacidad de adaptación a las variaciones ambientales, por lo que presentan un tremendo potencial adaptativo frente al cambio climático. La importante diversidad de estos sistemas pastoriles, la capacidad de movilidad de muchos de ellos, y la rusticidad y variedad de unas razas autóctonas habituadas a medios adversos representan una imprescindible ventaja adaptativa frente a las alteraciones del clima.
Sin embargo, los cambios erráticos de temperatura y en el régimen de precipitaciones, la propagación de enfermedades y otras alteraciones asociadas al cambio climático están repercutiendo ya muy negativamente en la actividad ganadera, y amenazan su viabilidad futura. A pesar de su ventajosa capacidad adaptativa, la ganadería extensiva es muy vulnerable a estos cambios y se verá afectada progresivamente por todos ellos. Para hacer frente a esta preocupante realidad es extraordinariamente importante adelantarse a los cambios que se avecinan y avanzar hacia modelos de gestión ganadera adaptativa que mitiguen simultáneamente el cambio climático. Un requisito imprescindible para ello será definir estrategias y medidas concretas encaminadas a facilitar esta adaptación necesaria y urgente, y promulgar cambios legislativos y políticos que favorezcan la adopción de prácticas trashumantes y otras medidas adaptativas.
Todas estas cuestiones se recogen de forma muy documentada en una publicación reciente titulada Ganadería extensiva y cambio climático Manual para la aplicación de una estrategia integrada de adaptación y mitigación en el sur de Europa. Este manual explora también un interesante abanico de estrategias y soluciones prácticas adaptativas diseñadas para los sistemas extensivos ibéricos, combinando saberes pastoriles y los adquiridos en años de trabajo de investigación aplicada en varios países mediterráneos. Estas propuestas abren una ventana de oportunidad a una actividad ganadera que es fundamental conservar “para producir más y mejores pastos, para retener más agua, para tener más biodiversidad, para producir carne de excelente calidad, para mejorar la economía rural y para mejorar el bienestar de las personas”, como resume inmejorablemente el texto.
Isabel Bermejo, Ecologistas en Acción
Pablo Manzano, Basque Centre for Climate Change – BC3
Manzano-Baena, P.; Salguero-Herrera, C. (2018) Pastoreo Móvil en el Mediterráneo:Argumentos y evidencias para una reforma política y para combatir el cambio climático. Consorcio Mediterráneo para la Naturaleza y la Cultura (editado por Liza Zogib).https://www.researchgate.net/publication/360177259
Manzano, P., García Fernandez, A., Peco Vázquez, B., Azcárate, F.M., Seoane Pinilla, J., Iriondo Alegría, J.M. (2019) Así se ha convertido la trashumancia en una pieza fundamental de los ecosistemas. The Conversation edición en español, 15 de julio de 2019.https://theconversation.com/asi-se-ha-convertido-la-trashumancia-en-una-pieza-fundamental-de-los-ecosistemas-120032
Manzano, P.; del Prado, A. (2022). ¿Podemos renunciar a la ganadería industrial? The Conversation edición en español, 13 de enero de 2022. https://theconversation.com/podemos-renunciar-a-la-ganaderia-industrial-174677
Manzano, P.; del Prado Santeodoro, A.; Pardo, G.; Serrano Zulueta, R. (2024). ¿Qué nos enseñan los herbívoros silvestres sobre el impacto climático de la ganadería? Climática, 4 de enero de 2024. https://www.climatica.lamarea.com/herbivoros-impacto-climatico-ganaderia/