(Galde 21 primavera/2018). Jondalar Sota.
La desarrolladora checa Warhorse Estudios, conocida por la saga Mafia, y la editora Koch Media lanzaron en febrero, con Martin Klíma como director de proyecto, el videojuego Kingdom Come Deliverance. Diferente a lo acostumbrado, definen este juego de rol para un solo jugador como “histórico y medieval”. Han tardado más de diez años desde que anunciaron el proyecto, pero pese a su precio (versión para PC 39,99 euros, versión para consolas 59,99 euros) ha entrado con fuerza en las ventas mundiales. Al poco contaban con miles de jugadores que han terminado el juego y han dado su opinión. Demos unas cifras. Centenares de miles de viewers en la plataforma de retransmisión en directo o twitch (gratuita pero con anuncios y opciones de subscripción y donativo), miles de youtubers aprovechando su tirón para aumentar sus visitantes/ingresos y jugadores profesionales (probadores o competidores) dedicándole muchas horas.
El juego aborda el Sacro Imperio Romano Germánico a principios del siglo XV. Permite decidir, con múltiples variables, se introduce en aquella vida cotidiana. Implica a su joven protagonista, herrero de oficio, en una guerra entre dos bandos de nobles enfrentados por alcanzar el trono. Aprendizajes, la normalidad de la muerte, epidemias, asedios, saqueos, diferencias sociales, distribución de recursos, religión. Su extremo realismo limita, sin embargo, a la hora de jugar. Depende de qué armadura lleves tendrás más o menos peso y te moverás acorde con ello. Si decides llevar yelmo tendrás que escoger bien, ya que uno que te cubra por entero te hará resistir ataques en la cabeza, pero también reduce tu línea de visión.
Entremos a la crítica. Muchas misiones resultan repetitivas. Finalizar el juego requiere gran interés y dedicación, que se compadecen mal con los errores técnicos detectados (bugs, bajadas de fps, conflictos en la compatibilidad: perdón por la jerga). En conclusión, la idea del juego y su rigor histórico hacen de Kingdom Come Deliverance una entrega interesante y novedosa, con una gran historia y una fidedigna representación del Medievo. Pero sus diversos errores técnicos y la difícil jugabilidad provocan que muchos jugadores se aburran antes de verse inmersos en el reino de Bohemia.